EL DÍA QUE SIMÓN BOLÍVAR SUBIO AL CIELO (CUENTO)

En la escuelita comunitaria “Futuro de Venezuela”, los niños y las niñas iban a un mismo grado, solo para reforzar o entender, lo que les enseñaban en su escuela y grado.


-No es tarea dirigida- decía la maestra Flor, repitiendo siempre- mis muchachitas y mis muchachitos, aprenden, sobre todo con Valores Morales y Sociales.

Aunque solo eran nueve pequeños y pequeñas, la mayoría con problemas de atención, ella tenía el método perfecto para ganar su total interés.

-Laurita serás una buena madre- Laurita sonreía con orgullo- todas y todos serán buenos padres y madres, pero Laurita tiene el don de la paciencia.

-Mi mamá no me tiene paciencia- dijo Oscar, a quien todos llamaban torero, cosa que le gustaba- “vete para que Flor, que se aguanta tanto necio como tu”, así me dice maestra y yo feliz de venirme.

-Maestra vamos hablar de ciencia- dijo Carlitos, mientras sacaba de su bolsillo unos cables, un bombillo de linterna y dos pilas- algunas cosas para mis experimentos- y sentenció- cuando sea grande voy a ser científico.

-Yo voy a ser maestra, pero no como la de mi escuela, sino como mi maestra Flor y voy a tener una escuelita en mi casa como esta- dijo Marisol con tal seriedad que todos supieron que iba a ser verdad.

-Yo quisiera que todos y todas fueran maestras y maestros, pero no como yo, más bien como ustedes, para que enseñen a sus hermanos, amigos y a sus hijos, sobre todo valores morales y sociales.

-Como solidaridad- interrumpió Jesús, que era de muy pocas palabras.

-Ese es un valor social y humano muy bonito, siempre que lo sepamos aplicar- miró a Carlitos y dijo- bueno, entonces hoy hablaremos de ciencia.

-Si, si, que fino- gritaron a coro los pequeñines de la maestra Flor.

-Bien- decía y fruncía el ceño, en un gesto que disfrutaban, y que hacía a propósito, desde que Carmen Luisa dijo con una sonora carcajada que los hizo reír a todos y todas.

-Se parece a mi mamá cuando está cocinando cebollas.

-Para hablar hoy de ciencia, ¿quién me puede hablar de simón Bolívar?

-Ja, ja, ja- rió la pequeña Judith, diciendo- maestra eso no es ciencia, es historia.

-Ya verán que es ciencia y tecnología, cuando me digan que saben de Simón Bolívar.

Enrique que se distraía siempre con cualquier cosa, explicó.

-Bolívar es el Libertador de Venezuela y tenía un caballo blanco que se llamaba Palomo, nació en Caracas, en una casa que está por una plaza por donde hay un reloj que no tiene agujas, de mi escuela nos llevaron la otra vez y ahí está la cama donde dormía y además tenía una espada para mandar a los soldados que pelearon por nuestra libertad y su mejor amigo era Sucre.

-Muy bien enrique, gracias, ¿quién más puede decir algo de Bolívar?

-Maestra, Bolívar tuvo un maestro como usted, o sea que no era de la escuela, pero le enseñó los valores de Libertad, Solidaridad y Respeto, se llamaba Simón Rodríguez y lo acompañó a jurar por la libertad- concluyó la pequeña Dorín y continuó chupando dedo.

Carlitos levantó la mano mirando hacia la mesa y como nadie hablaba dijo.

-Maestra esto es ciencia- señalando el bombillo conectado a las pilas, que alumbraba titilante, todos vieron esto y Carlitos segura de tener la atención, prosiguió- saben, esto es solo una pequeña muestra de que la ciencia y la tecnología, son útiles en nuestra vida diaria, bueno esto es nada comparado con los paneles fotovoltaicos, ¿saben qué son?

-Ja, ja, ja- rió Judith, diciendo- panes fotos mosaicos.

-Paneles fotovoltaicos- aclaró la maestra- Carlitos ¿nos quieres hablar de eso?

-Otra vez nooo- comentó Enrique muy bajito, tapándose la cara con ambas manos.

Carlitos y Enrique son hermanos, así que Enrique había escuchado el cuento unas tantas veces.

-Si maestra- se iluminó el rostro de Carlitos- son como un poco de bandejas que les ponen unos cables y unos aparatos, se ponen en los patios o los techos de las casas, entonces cuando les pega el sol, se calientan y con los aparatos y los cables pasan el calor a un cajetín que lo convierte en electricidad, entonces pueden conectar bombillos, neveras y otras cosas, así la gente que vive en las montañas, pueden tener luz.

-Ay gran cosota- dijo Dorín sin sacarse el dedo de la boca.

-Maestra, cuando yo sea maestra, ¿tengo que saber eso?- preguntó preocupada Marisol.

-Maestra- llamó la atención Oscar con la mano alzada.

-Dime Oscar, ¿quieres agregar algo?

-¿Qué si puedo ir al baño?

Todos y todas estallaron en risas, mientras Oscar corría con las manos en la entrepierna, la maestra esperó que las risas se calmaran y que Oscar regresara.

-¿Eso es verdad maestra?- preguntó Laurita con verdadero interés.

-Les voy a explicar, siéntate Oscar por favor- éste venía luchando con el cierre del pantalón- los paneles fotovoltaicos de los que habla Carlitos, se llaman módulos fotovoltaicos o células fotoeléctricas, son un conjunto de de celdas, que producen electricidad a partir de la luz del sol que reciben y cada una de estas celdas se llama celda fotovoltaica, además cada una es un dispositivo electrónico que permite transformar la energía luminosa en energía eléctrica. Efectivamente a los sitios donde no llega el alumbrado a través de las líneas de cable tendido, como se llama a la que viaja por los postes, el estado, le está suministrando éste servicio para mejorar la calidad de vida de estas personas, pero, ¿quién me puede decir algo más sobre Bolívar?, para que vean que además de historia, también es ciencia y tecnología.

_Maestra, Simón Bolívar dijo, “Si se opone la naturaleza, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”, lo dijo porque hubo un terremoto y la gente se asustó y no quería pelear por la libertad- dijo Jesús y quedó mudo otra vez.

Carmen Luisa que no había escuchado bien lo que había dicho Jesús, aclaró.

-Simón Bolívar dijo así, porque quería nuestra libertad y no se iba asustar con un terremoto ahí y también murió en Colombia porque Páez lo boto de Venezuela y ahora está en el Panteón Nacional y lo cuidan unos Guardias.

-Mentira maestra, Simón Bolívar no está en el Panteón Nacional, ahí está su tumba, pero el Libertador está en el cielo- dijo Oscar terminando de acomodar el cierre de su pantalón y sentándose.

-A ese punto quería que llegáramos, quien sabe ¿qué pasó el 29 de octubre de 2008?

El silencio fue total y todos y todas se miraban las caras, huyendo la vista de la maestra Flor.

-No se preocupen que no es culpa suya, a lo mejor, ni siquiera de sus maestros o maestras, bueno ese día Simón Bolívar fue lanzado al cielo.

-Ja, ja, ja- rió la pequeña Judith- ni que fuera un cobete.

-Tu te ríes de todo, pero no debes reírte de la maestra Flor, porque ella sabe mucho de todo y además, no se dice cobete, se dice cohete- reclamó con enfado Marisol.

-Pero no la regañes y vamos a escuchar lo que nos quiere explicar la maestra- solicitó Laurita con cara de pequeña señora.

-Bien- otra vez frunció el ceño y como magia, todo volvió a ser un ambiente de armonía y risas- Simón Bolívar es el nombre del primer satélite artificial de Venezuela y su lanzamiento se realizó desde China, donde lo fabricaron, a ver ¿Cuándo fue lanzado?

-El 29 de octubre de 2008- respondieron todos a coro, seguros de lo que la maestra les había dicho.

-Este satélite- continuó la maestra- es controlado por el Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, la Tecnología a través de la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales de Venezuela, para uso pacífico del espacio ultra terrestre, así se llama lo que nosotros llamamos el espacio- aclaró y continuó- está a 35.784 kilómetros de la superficie de la tierra y con Simón Bolívar en el cielo, nuestro país se pone a la vanguardia de la tecnología comunicacional al servicio de los pueblos, porque déjenme decirles que el objetivo principal de tener el satélite Simón Bolívar es facilitar el acceso y transmisión de servicios de datos por Internet, telefonía, televisión, telemedicina y tele educación, quiere decir que la gente pueda contar con estos servicios, además nuestro gobierno quiere cubrir todas aquellas necesidades nacionales que tienen que ver con las telecomunicaciones, sobre todo en los lugares donde vive poca gente, también garantiza llegar a los lugares más lejanos, colocando en ellos, puntos de conexión con el satélite, de tal manera que se garantice la educación, el diagnóstico y la información a esa población que quizá no tenga acceso a ningún medio de comunicación y formación.

-O sea que no hay escuelas, y ¿cómo estudian?- preguntó Marisol con angustia.

-Bueno tele educación es que pueden estudiar por televisor o computadora, por erso es tan importante lo que nos comentaba Carlitos acerca de los módulos fotovoltaicos- Carlitos se hinchó de orgullo en su silla y todos lo miraron con respeto- imaginen a esta gente que vive en sitios donde no hay líneas de cable tendido, que son…

-La electricidad que va por los postes- respondió rápido Enrique.

-Correcto, por eso de nada serviría el satélite Simón Bolívar si no tuvieran los módulos fotovoltaicos, que le generen la electricidad para poder conectar computadores, televisores entre otros artefactos eléctricos, por eso nuestro gobierno se ha preocupado en que Venezuela sea un país tecnológicamente avanzado.

-Más fino- dijo Dorín con el dedo en la boca.

-También el gobierno venezolano dice que servirá para la integración latinoamericana e impulsará a la Unión de las Naciones del Sur, imagínense que para poder poner a Simón Bolívar en el cielo, Uruguay nos deja usar su orbita y a cambio nosotros lo dejamos usar un poco el satélite.

Todas y todos estaban mudos de impresión y emoción, cuando la maestra Flor preguntó.

-Y ahora ¿es o no Simón Bolívar, ciencia y tecnología?

-Siiiiii- gritaron emocionados los niños y las niñas y Jesús se levantó para decir.

-Maestra, ahora el 29 de octubre se celebra “El día que Simón Bolívar subió al cielo.

-Bueno mis muchachitas y mis muchachitos, espero que hayan aprendido y cualquier pregunta la aclaramos mañana porque se hizo tarde, así que…

-Hasta mañana maestra Flor- gritaron levantándose para partir a sus casas y seguro soñar esa noche con Simón Bolívar, el Libertador y el satélite.

Fin


Alejandro Serrano