El Himno Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, tras haber superado la disputa por su composición, reconociendo a Vicente Salias como autor de la letra y Juan José Landaeta como compositor de la música, ya que en algún momento se le atribuyo la letra a Andrés Bello y la música a Lino Gallardo, está cumpliendo 138 años como Símbolo Patrio, desde que el 25 de mayo de 1881 fuera decretado como tal por el entonces presidente Antonio Guzmán Blanco.
El “Gloria al Bravo Pueblo” como
se conoce, data de los días posteriores al 19 de abril de 1810, tal vez antes
no se tiene precisión, lo que si podemos establecer con precisión es que está
conformado por un coro y tres estrofas, estas fueron víctimas de modificaciones
desde su decreto y hasta 1947 cuando se publicó la versión que conocemos
actualmente y se prohibió cualquier tipo de modificación, tanto en la música
como en la letra.
El 18 de noviembre de 1984 en el Auditorio Magdalena Seijas del
Pedagógico de Barquisimeto, el Cantor del Pueblo Alí Primera interpreta una
canción que presenta como “la canción que representa el espíritu de combate, la
más alta, la más amada y respetada” y se lanza a cantar con un grupo de
personas en la tarima, nuestro Gloria al Bravo Pueblo, en medio del coro
comienza a lanzar un discurso de corte ecológico y nacionalista.
En el año 1997 el cantante y
compositor Ilan Chester, sorprendió al país con una versión del Himno Nacional
interpretada en su estilo musical, tras el hecho recibió palabras de elogio y
rechazo por tal interpretación.
Estos dos venezolanos,
músicos, uno académico y el otro forjado a punta de amor patrio, con diferentes
pensamientos ideológicos, diríamos antagónicos en sus mensajes a través de la
música, presentan algo en común al momento de interpretar el Himno Nacional,
que en nada tiene que ver con su formación académica o posición ideológica,
ambos cantaron apenas la primera estrofa de ese canto que debería llenarnos de
orgullo por lo que en esencia somos.
Hay una razón lógica para
entender esta coincidencia, desde la década del cincuenta, se suprimieron en
actos públicos las dos estrofas finales de nuestro Himno Nacional; la razón
(i)lógica alegada: “es muy largo y causa fastidio en la gente”, es así como las
generaciones posteriores siempre supimos que nuestro canto patriota estaba
constituido por un coro y tres estrofas, pero que las dos últimas estrofas daba
flojera cantarlas, algo así como que nos conseguimos a diario con infinidad de
personas que con la situación de transporte, a las cuatro de la mañana se
desplazan a pie a su sitio de trabajo y en cualquier conversación repetimos “es
que el venezolano es flojo”.
Conocidos los resultados de
las elecciones presidenciales del 6 de diciembre de 1998, el nuevo presidente
electo de Venezuela, dice: <<queridos amigos, sencillamente hoy ocurrió
lo que tenía que ocurrir. Como dijo Jesús: “todo está consumado”. se ha
consumado lo que tenía que consumarse>>. Seguidamente bajo el cielo oscuro de Caracas
aquella madrugada del 7 de diciembre de 1998, entona el Himno Nacional, el
pueblo presente se suma al canto y al hacer el segundo coro, ¡SORPRESA! el
comandante Chávez arranca con la siguiente estrofa que muy pocos lograron
acompañar.
Comenzó así una nueva campaña
el ya electo presidente Hugo Chávez, explicarnos el contenido y la esencia de
ese canto de combate, de ese Gloria al bravo pueblo, que al yugo lanzó, pero
que ante cualquier opresión ese bravo pueblo grita, con bríos y supimos que los
hombres y mujeres que nos independizaron del Imperio Español, el más poderoso
de la época, dieron su vida con gusto encendidos por la comunión con esa letra
de combate que hoy es uno de nuestros Símbolos Patrios.
Y nos aprendimos el himno y
aprendimos a quererlo y lo cantamos con orgullo y reclamamos cuando en alguna
competencia internacional, ganada por un compatriota era cercenado ese, nuestro
canto libertario.
Hoy con aflixión escribo esta
nota, porque desde hace aproximadamente cinco años se ha venido cercenando
nuevamente nuestro canto de combate, reduciéndolo a una sola estrofa, ya se
están formando generaciones que les da flojera cantar el himno completo porque
es muy largo, sin entender el contenido y la esencia de ese nuestro canto de
lucha.
Hoy una burguesía
revolucionaria pretende que no “gritemos con brío, muera la opresión”, bajo
pena de ser considerados enemigos del proceso revolucionario.
“Gritemos con brío”,
entendiendo que “la fuerza es la unión” y si por casualidad “el vil egoísmo” se
convierte en burguesía revolucionaria, entonces debemos “seguir el ejemplo que
Caracas dio”
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