Cuando un revolucionario o una revolucionaria quiere expresar su apoyo incondicional al proceso revolucionario, usa la frase "yo estoy rodilla en tierra", pero pocos saben que esta expresión se remonta a la guerra de primera generación, allá cuando se comenzó a usar la polvora y dos ejercitos se ubicaban uno frente al otro en un terreno plano al que llamaban "campo de batalla", en ese estilo de enfrentamiento, la primera línea de la formación, colocaba una rodilla en la tierra, para permitir a la segunda línea disparar por sobre sus cabezas sin riesgo de que le dieran un tiro en la nuca por accidente.
Hoy ante las múltiples discusiones estériles sobre cuál generación de la guerra estamos viviendo, se ha acuñado el término"guerra no convencional", realmente no importa como llamemos a la guerra actualmente, lo que debemos tener claro es que el campo de batalla y objetivo primero, es nuestra psique o psiquis, como prefieran, algunos dicen que el psique es nuesta alma, entonces el objetivo es desalmarnos, es decir, acabar con nuestra moral, nuestros principios, nuestros valores, nuestra ética, eso que otras personas no tienen y llamamos desalmadas.
Desmovilizarnos emocionalmente, desmoralizarnos haciendo aflorar nuestras miserias humanas; colocarnos en ese estado en que somos incapaces de accionar con consciencia y sentido común o que somos capaces de celebrar la quema de una persona viva y hasta aportar con una pedrada al linchamiento.
Por eso pregunto, ¿qué tanto efecto tiene estar rodilla en tierra?, por lo menos a estas alturas de la guerra, vale más decir y hacer efectiva la frase de Acción Poética: "tengo un alma y está cargada", agrego yo, cargada de ideales firmes, de consciencia crítica, de amor a la madre tierra.
Yo cambiaré el rodilla en tierra por, "ideal firme", "consciencia crítica", "moral en alto", "principios inquebrantables", entre otras expresiones que hagan ver claramente nuestro nivel de compromiso, de tal manera que rodilla en tierra, sea un sobreentendido.
Alejandro Serrano
