- Sebastián Francisco de Miranda si es un verdadero héroe, le dije a mi pequeño Sebastián de 9 años, frente a la réplica del Leander en el parque Francisco de Miranda.
- No lo puedo creer, me respondió en ese tono que tienen los niños que pasan horas viendo caricaturas dobladas en México.
- Pues si es, ese era su barco, se llama Leander y el fue quien hizo nuestra Bandera Nacional, le respondí a manera de regaño cariñoso.
- Pero ¿y su capa y sus armas? Me interrogó con cara de preocupación y rápidamente me contuvo la respuesta agregando.
- Espera, ¿me dices que se llama Sebastián?
- ¡Claro! Es un héroe impresionante, no sólo por sus luchas, fíjate, hablaba seis idiomas diferentes, porque luchó por la independencia de varios países, fue conocido en muchos países por su valentía y su inteligencia, fue jefe en diferentes ejércitos de otros países y sabes ¿quién nos libertó a nosotros?
- Ay fácil, Simón Bolívar.
- Bueno, Sebastián fue jefe de Simón Bolívar. El es el verdadero creador de la idea de una América unida en un sólo país, porque sabía que los amerindios somos hermanos.
- ¿Qué eso de amerindios? Me pregunta con tono de que le hace gracia el término.
- Amerindios decimos a los ancestros nuestros, a todos los que habitaban América antes de que nos invadieran los españoles, bueno europeos en realidad, no sólo españoles.
Me doy cuenta que me voy del tema principal y le digo.
- ME preguntaste por la capa y las armas ¿no?
- Ajá, me dice como confundido.
- En su época usaban capas que demostraban que era una persona importante, pero no era para volar, nadie vuela, le digo poniendo mi cara muy sería.
Él me mira fijamente y con los ojos muy abierto me dice.
- Mis superhéroes si vuelan.
- Tus superhéroes no existen, sólo son dibujos animados y efectos especiales, escucha bien lo de las armas, es muy importante que lo sepas porque te llamas como él.
- Soy un superhéroe, dijo muy bajito como asumiendo un compromiso.
- Usó armas de fuego, no como las de ahora, había que ser muy hábil porque disparaban un tiro y había que recargar muy rápido, también era un maestro con la espada y los cuchillos, pero su mejor arma era su cerebro, en serio era muy, muy inteligente, es que estudiaba mucho y siempre estaba diapuesto a aprender.
- Pero, ¿podría derrotar a airon man?
- Te voy a contar un secreto que a los gringos no le gusta que contemos y que muchos creen que es mentira.
- Pero, ¿en serio es un secreto? Preguntó en voz bajita.
- Si, le respondí, antes dime los colores de la bandera y quién la hizo, le dije yo bajito también.
- Amarillo, azul y rojo, con ocho estrellas blancas y la hizo el héroe Sebastián Francisco de Miranda, me dijo bajito y subiendo la voz y frunciendo el entrecejo, réplica, eso no es un secreto.
- Ya va, digo bajito, sólo quiero estar seguro que sabes los colores, subo el tono, pongo cara de emocionado y como quien narra una pelea de boxeo por campeonato mundial, le cuento.
- De esas veces que Miranda estuvo en batalla en otros países, estaba en Estados Unidos y allí habían unos soldados celosos porque Miranda era el más valiente e inteligente, entonces trajeron a varios héroes de sus caricaturas y así le tiraron una emboscada y el sólo y sin armas, porque le pusieron una trampa, se enfrentó a cuatro con sus poderes de películas.
- ¡¿Quéeee?! Fue un grito de interrogación y sorpresa al mismo tiempo, el solo y sin armas y ¿contra quién?, dijo como reflexivo.
- Oye bien, Vision, Batman, Superman y el Capitán América esos cuatro lo rodearon en un bosque y Sebastián Francisco de Miranda se detuvo y les gritó "QUE QUIEREN COBARDES, NO LOS HE VISTO EN LA BATALLA", ninguno respondió y se lanzaron sobre él, Miranda se cuadró como un luchador profesional y les hizo frente, los golpeó tan fuerte que no tardó mucho en derrotarlos y para demostrarles su poder, les quitó las capas y se marcha, de pronto siente un ruido cortando el aire, se gira y lo ataja en el aire, era el escudo del capitan América y se lo pegó por la cabeza, cuando se lo pegó se le cayeron las estrellas menos la del centro, Miranda recogió las estrellas, eran ocho y se marchó rápidamente.
- Los derrotó muy rápido, protestó.
- ¿Recuerdas lo que te dije de las armas de fuego?, debía ser muy rapido, le expliqué, eso lo mantuvo siempre en su morral de guerrero patriota.
- ¿Ese es el secreto? ¿Nadie lo puede creer? Naaaa, protestó.
- Cuando Sebastián Francisco de Miranda un día le contó esto a unos patriotas que iban a luchar con él por la libertad de Venezuela, todos se rieron a carcajadas y no le creyeron, entonces Miranda agarró su morral de guerrero mundial y empezó a sacar objetos, primero la capa de Vision, y la extendió en el piso del Leander, luego sacó la capa de Batman y también la extendió junto a la otra, luego la de Superman y la puso extendida al lado de la azul, por último sacudió el morral y se cayeron las estrellas sobre la capa azul, todos se quedaron mirando aquello con admiración y asombro.
- ¡Guao!, mi pequeño Sebastián también estaba admirado.
- Alguien dijo que en ese momento Miranda se levantó y sopló una suave brisa cálida que hizo volar su cabello, luego recogió todo aquello y se encerró en su camarote por horas, todos estaban preocupados porque no dijo nada y no salía pronto.
- ¿Ahora es que me vas a decir el secreto verdad?, preguntó con cara de satisfacción de niño.
- Este es el secreto, le dije bajando la voz, cuando Sebastián salió de su camarote, fue hasta el mástil y bajó la bandera que estaba allí, en su lugar subió una bandera amarillo, azul, rojo y ocho estrellas en la franja azul, eran las capas y las estrellas que había quitado a los héroes de pacotilla, desde ese momento comenzaron a buscarlo y dieron la orden de conseguirlo, encarcelarlo y destruir la bandera que significaba la deshonra de los falsos superhéroes, lo dije con tanto orgullo que enseguida me preguntó.
- ¿Por qué siempre le dicen Francisco y no Sebastián?
- Por eso mismo, volví a bajar la voz, estaban buscando a Sebastián Miranda, entonces dijo que lo llamaran Francisco de Miranda para despistar a sus enemigos, sabes que por sus muchas batallas en otros países y haber ayudado a la libertad de muchos pueblos, todos creían que el era de una familia de gente muy adinerada y eso ayudó a que no lo encontraran nunca, porque este héroe era el hijo de la panadera.
- ¡No! De una panadera, ¿De verdad?
- Si, pero ese cuento te lo echo otro día, vamos a conocer como era el Leander por dentro.
- Que fino ese cuento papá, en la escuela nos deben hablar de nuestros héroes.
Así pasamos una de las tardes más maravillosas y llenas de amor patrio mi pequeño héroe Sebastián y este padre con buena imaginación.
Al salir del barco y su recorrido por la historia, me comenta.
- Ese barco no lo trajo aquí Sebastián Francisco de Miranda, ¿sabes quien lo trajo?
- No, le respondí realmente sorprendido, y mirando el horizonte, me dice muy serio.
- Chávez.
Esta historia y la lucha, siguen.
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