Pasé otra vez por la plaza,
volví a extrañarte,
volví a recordar que fui un cantor.
Me sente en el mismo banco,
cerré los ojos,
soñé,
volví a recordar que fui un cantor.
En ese banco,
en esa plaza, cantaba,
tocaba mi guitarra.
La gente se acercaba y aplaudía,
en ese banco,
en esa plaza,,
volví a recordar que fui un cantor.
En ese banco,
en esa plaza,
las muchachas se acercaban,
aplaudían,
pedían sus canciones,
yo las complacía,
en ese banco,
en esa plaza,
volví a recordar que fui un cantor.
En ese banco,
en esa plaza,
con mi guitarra cantaba,
me quitaba el sombrero,
saludaba,
en ese banco,
en esa plaza,
volví a recordar que fui un cantor.
Pero la vida cambió,
para mi cambió,
cambió tanto,
en ese banco,
en esa plaza,
con mi guitarra cantaba,
me quitaba el sombrero,
pedía.
Hoy no soy cantor,
hoy no tengo guitarra,
hoy recuerdo
que la vendí,
la vida cambió,
cambió tanto,
volví a recordar que fui cantor.
En ese banco,
en esa plaza,
recuerdo mi guitarra,
mi vieja guitarra,
me quito mi sombrero,
y la extraño,
la vida cambió,
cambió tanto,
volví a recordar que fui un cantor.
En ese banco,
en esa plaza,
por mi vieja guitarra,
me quito el sombrero
y la extraño.
Alejandro Serrano.
