TIEMPOS DE TERROR Y DISOCIACIÓN 4

Entré al vagón con la prisa de la calle
apenas las puertas cerraron
el aire se puso denso
casi irrespirable

Un extraño silencio
se paseaba entre la gente
con movimientos hipnóticos

Puedo decir
que el vagón estaba triste
y nos contagiaba su tristeza

Unas tantas estaciones mas tarde
quedabamos pocas personas
con la tristeza por dentro

Antes de cerrar las puertas
entraron tres jóvenes
tres muchachas
de grandes sonrisas
rompiendo el silencio
a nuestra tristeza
se unió un olor a humo
aún más triste

-Lo peor fue como la ropa
se fundía con la piel-
dijo una con una risa traviesa

-Lo peor era el olor
a pelo quemado-
comento otra
llevando una mano a la boca
para luego añadir
-casi vomito-

-No chama
para mi lo peor
es el olor a carne quemada-
dijo la más seria

Se comenzaron a atropellar
con comentarios

-El chamo del casco azul si es arriesgado
-Si, metía la mano en la candela
le dio como diez puñaladas
-Y el maldito no se moría
-Verga burro de batazo
le pegó el del chaleco antibalas

Risas
silencio

-Si no se murió quemado
ni a cuchillo
toma tu batazo en la cabeza
maldito-
más risas

-De pana no se que fue peor
-Yo lo grabé todo en mi celu

Abandonaron el vagón
entre risas y comentarios

Hoy les aseguro
yo que no estuve allí

Que lo peor
es haber perdido
la humanidad
y permitir
que el corazón
de nuestra juventud
albergue tantyo odio

Es difícil
no haberme traído
la tristeza del vagón


Alejandro Serrano