A veces el golpe es tan duro,
que sientes la vida rota,
a veces el cielo te aplasta,
te asfixia,
te quejas,
te sobas,
tratas de respirar.
Y...
¿cuánto hay que sobarse?
para que el dolor pase,
¿cuánto se le reclama a la vida?
para desahogarte,
para consolarte,
para condolerse.
LLega el momento,
siempre llega el momento,
piensas la vida es dura,
te excusas,
Dios te puso una prueba,
piensas,
te quejas,
te sobas,
sufres.
Nunca piensas
¿fallé?
aún respiro,
aún existo,
estoy vivo,
puedo volver a empezar.
Siempre piensas,
crees,
tener lo inmerecido,
por no favorecerte,
siempre piensas,
te crees dueño,
de las calamidades del mundo.
Te olvidas hay,
no oyen,
no ven,
no caminan,
no hablan,
pero no sufren,
son felices,
con limitaciones,
ellos también,
tienen fracasos,
igual a todos,
pero ellos saben,
siempre,
pueden volver a empezar.
Alejandro Serrano
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